Momentos de una vida

La otra noche vi «Boyhood: Momentos de una vida» después de leer que trataba de 12 años de grabación para captar la vida de un niño, Mason (Ellar Coltrane). No me decepcionó porque se trata de algo muy diferente a todo lo que había visto antes, aunque a la vez era tan simple como la vida de un niño que va creciendo y experimentando los cambios y vivencias de la infancia y la juventud. Coincido con el comentario de ‘El periódico’: «Tan natural que cuesta explicar cómo logra conmover de la forma que lo hace». Puede ser porque consigues cogerle cariño hasta el punto de verlo como a un hermano o a un hijo, dependiendo de los años que tengas, porque te llegas a ver reflejado en él en muchas ocasiones y llegas a desear que finalmente todo le vaya muy bien.

«Momentos de una vida» es su título en español.

Aunque no sigue las reglas básicas de un cuento, con una introducción, nudo y desenlace, como si de una recopilación de vídeos y fotos de un álbum a lo largo de tus primeros años de vida se tratare, hay un mensaje de fondo que me hizo reflexionar, sobre todo en la declaración entre sollozos de la madre de Mason (Patricia Arquette):

«Hoy es el peor día de mi vida… Yo sabía que llegaría este día pero no sabía que estuvieras tan contento de irte. Estoy dándome cuenta que mi vida se irá así sin más. Tuve esta serie de etapas: casarme, tener hijos, divorciarme, cuando creía que eras disléxico, cuando te enseñe a montar en bici, vuelta a divorciarme, sacarme el master, conseguir el trabajo que me gustaba, enviar a Samanta a la universidad, enviarte a ti a la universidad, ¿sabes que será lo siguiente? Mi p%&$o funeral… Es que creía que había algo más.»

¿No es trágico y desesperanzador? Leer estas palabras mientras ves la frustración y desilusión de una persona que ha vivido todo lo que esperaba que podía vivir y que sin embargo se pregunte con angustia si eso era todo y si no «había algo mas». Y lo que es peor, no se trata de una historia ficticia narrada en una producción cinematográfica sino la situación que caracteriza a la vida vacía y sin propósito de millones de personas en todo el mundo. Personas que pueden tener y conseguir todo lo que deseen y sin embargo, siempre están buscando algo más porque nada los satisface por completo.

La primera pregunta y respuesta que recoge el catecismo menor de Westminster es la siguiente: «¿Cuál es el fin principal del hombre? El fin principal del hombre es el de glorificar a Dios, y gozar de él para siempre.» ¹ Cualquier otro propósito en esta vida fuera de este significara desperdiciar nuestras vidas y aquí les hablo de como no hacerlo.

En una escena de la película, vemos como en uno de los cumpleaños de Mason le regalan una Biblia con su nombre grabado en la portada. Es una edición especial con las palabras de Jesús en rojo. Muchas cosas se ven en la vida de este joven, algunas buenas, como visitar un templo protestante donde un predicador habla acerca de la incredulidad de Tomás y de la bienaventuranza para aquellos que creen sin haber visto mientras sostiene su Biblia cerrada en sus manos, y aunque se hace preguntas profundas acerca de su futuro, ninguna escena lo muestra con el libro abierto y leyendo las palabras en rojo mientras medita en ellas. Si pudiera darle un consejo, sería definitivamente este: «¡Por favor, abre tu Biblia!»

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Dios mostró su gran amor enviando a Jesús a morir aún cuando eramos pecadores. Te pido que medites en las palabras de aquel que nos amó hasta el punto de sacrificar su vida por nosotros.

«…el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.

Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.

Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.» ²

Para quienes Cristo lo es todo, nunca podrán decir: «Creí que había algo más». Por el contrario, «estoy completo en él».  Si quieres caminar con alguien, camina con él para contar con su fortaleza en tus luchas. No tendrás que ser un héroe ni ponerte mascaras para impresionarlo. Él no es una chica que te compra cuerdas de guitarra que se rompen ni te invita a fiestas que sólo duran una noche. Jesucristo es el Señor Todopoderoso, el Soberano de los reyes de la tierra y Creador de todas las cosas en cuya presencia hay plenitud de gozo y delicias a su diestra para siempre. Él te ama tanto que sí se lo pides, te dejará marchar aunque luego tengas que volver a él arrepentido para encontrarte entre sus brazos, contando con su perdón y su gracia, la cual es suficiente.


¹ Para leer el documento completo, haz clic aquí.

² Citas bíblicas (Juan 4:14; 6:35; 17:3; Colosenses 2:10; Salmos 16:11; Apocalipsis 1)

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